Embarga a la Asamblea un sentimiento de gratitud para con el CEN saliente, por su valiosa e importante gestión realizada desde el 2011 hasta el presente. Pudimos constatar el fruto de su misión en el fortalecimiento de la organización institucional, la motivación para el apostolado de los Ejercicios Espirituales y, en general, en la formación y apropiación de nuestro ser CVX. Reconocemos con alegría el crecimiento importante en la administración de nuestras finanzas y en las acciones realizadas hacia la auto-sostenibilidad de nuestra organización; más aún, reconocemos los esfuerzos que demandará la responsabilidad para sostener y consolidar estos pasos, habiendo confirmado el llamado hacia la madurez del cuerpo comunitario en este aspecto, así como nuestras posibilidades y capacidades para alcanzarlos. Nos proponemos asumir esta realidad con mayor seriedad y compromiso, a nivel personal y comunitario, como adultos corresponsables en la misión encomendada. Cerramos el día con la sensibilización y reflexión personal en torno al perdón y la reconciliación, que aportó invaluables frutos a nivel personal, en la conciencia del tejido afectivo que acompaña nuestras situaciones de resentimiento en las historias personales y comunitarias, y la necesidad de procurarnos la sanación y libertad interior desde la Gracia del amor y la misericordia para con nosotros mismos y en nuestras relaciones con otros. Continuamos este tiempo de Asamblea profundizando en nuestra Identidad Laical e Ignaciana que, a partir de nuestros documentos fundantes: los PPGG y NNGG, y referentes laicales, inspiradores desde nuestra Iglesia, como el Concilio Vaticano II y la Conferencia de Aparecida, nos ofrecen perspectivas animadoras de nuestro estilo de vida y opción de seguimiento al Señor. Continúa siendo un desafío el crecimiento de la conciencia en la comunidad, el verse y sentirse “Cuerpo Apostólico”, comunidad en discernimiento y misión permanente. Siguiendo la invitación que nos hace el ExCo Mundial de seguir reflexionando sobre las Fronteras de Misión reflejadas desde la Asamblea Mundial del Líbano 2013, en sintonía, se profundizó en los distintos niveles de misión que contemplan lo cotidiano, lo apostólico, lo institucional y lo internacional o mundial. Esta presentación nos iluminó y ayudó para el discernimiento de nuestras respuestas a la invitación del Señor. Sintiendo una profunda gracia recibida en estos años, y con la convicción del llamado que el Señor nos hace, acentuó nuestra reflexión la petición de recibir la gracia del Señor para vivir siempre en ‘el lado sagradamente humano de lavida’, para así asumir la misión de trabajar en las Fronteras, fieles al sentido de comunidad como cuerpo apostólico CVX, reconocidos, en oración y discernimiento comunitario, de cara a los desafíos e improntas que dejamos en el camino. La asamblea tuvo momentos clarificadores y motivadores para comprender el desafío que nos muestra cada una de las fronteras. A partir de lo que ya se viene haciendo en la Comunidad Nacional, se formularon algunas iniciativas para continuar el llamado recibido del Señor. Hemos apreciado la conexión que existe entre las fronteras Familia, Ecología, Juventud y Pobreza, vínculo que nos invita a comprometernos integralmente en ellas, en conciencia también de los signos de los tiempos en nuestra Iglesia, y en nuestro país.
Vemos claramente que en nuestro modo de proceder, es necesario acudir al DEAE, como un instrumento metodológico que nos ayude en nuestros proyectos y en la conveniencia de los medios elegidos para ellos. Sigue siendo un desafío el crecimiento en la conciencia de nuestra identidad laical ignaciana, teniendo como reto permanente la fluidez de la comunicación, promoción del crecimiento y la unidad en nuestro espíritu común, abierto, disponible y responsable ante la misión. Las recomendaciones al nuevo Consejo, sobre la base del discernimiento comunitario, han contado con el sentir fraterno y la posibilidad de leernos correlativamente en los dos frentes apostólicos que enmarcan el compromiso con nuestra Comunidad Nacional y la proyección hacia las fronteras inspiradas por la Asamblea Mundial, y confirmadas en la Asamblea Nacional, bajo la ponderación discernida y la posibilidad de integración que convoca nuestra misión, teniendo como eje transversal la promoción, la formación, el acompañamiento y la realización de los EE, como compromiso fundamental con nuestra Espiritualidad y fuente fecunda para atender a los contextos específicos de la misión. Con el corazón lleno de gozo por lo vivido y recibido en estos días, pedimos al Señor la gracia de hacer posible los frutos de la Asamblea, para que juntos, como comunidad, podamos crecer profundamente en este camino para mayor Gloria de Dios.
Asamblea Nacional CVX Colombia Bogotá,
Agosto 18 de 2014